lunes, 3 de marzo de 2008

NanoHistorias 1


Máquina del Tiempo... ¿Una realidad?

Nadie lo creía. Decían que no se podía, lo miraban como un tema de película o serie ya usado por muchos y aburrido, pero nadie lo creyó hasta ese gran día que todo cambió.

Una máquina diseñada con tendencias Hi-Tec: azules agrisados, cables que parecían no serlo... que hermosa vista la de aquel día, deslumbrando a todos los que estaban en aquel gran salón. La persona y la máquina salieron como si de una súper estrella se tratara, con cámaras y fotos por doquier, prensa en todas partes, fans Geeks que decían y afirmaban: "yo sí creí y mantuve la fe". Y aquel doctor estrella hizo lo que nadie pensaba que podría pasar algún día.

Recuerdo ese día tal y como fue, incluso ahora lo revivo una y otra vez. Los recuerdos me hacen extrañar a mi padre, a quien nunca pude conocer en persona.

Sí, ese doctor estrella era mi padre. Murió después de presentar su máquina del tiempo, el día de su gloria, el que le valió vivir tanto. Pero él nunca me vio nacer.

Los periódicos de la época decían que el experimento salió mal y que aparentemente murió, pero lo que realmente sucedió fue que el cronómetro explotó y se perdió en el tiempo, nunca fue encontrado. Pero en esa década, nadie podría haber entendido eso.

Mi madre quedó en shock y casi murió, por eso nací ese día tan importante. Ella estaba embarazada y, debido a la depresión que le causó la muerte de mi padre, le tuvieron que practicar una cesárea para salvarnos a ambos. Nací dos meses antes de lo previsto, con mi padre perdido en el tiempo y mi madre sola en el universo con un hijo prematuro. Se preguntaba qué más podría salir mal.

Los años pasaron y la vida continuó su curso, pero la máquina del tiempo parecía haberse propagado como un virus. La tecnología para manejarla evolucionó y se volvió común, aunque para mí, ese "virus" fue el que mató a mi padre y la sociedad lo adoptó.

Lo que antes costaba millones de dólares, ahora se podía conseguir por unos pocos miles y 9 centavos. Lo que antes solo unos pocos podían hacer, ahora casi todos lo podían hacer, siempre y cuando siguieran las reglas establecidas por una entidad conocida como los "Policías del Tiempo". Había reglas estrictas sobre lo que se podía y no se podía hacer, intervenir en ciertos eventos estaba prohibido, así como mirar ciertas cosas. Las reglas eran claras y precisas. La máquina se convirtió en un parque de diversiones "REAL", pero lo interesante de todo es que solo los "corrientes, la baja sociedad, las masas o los pobres" podían utilizarla, solo como una distracción. Para los estudios de historia, no podíamos utilizarla, y no sé por qué, ¿por qué ocultar la historia si ya estaba escrita?

La gente podía ver cualquier acto o situación de la historia como si fuera una película, pero solo podíamos estar ahí con ciertas restricciones y cosas que ellos nos permitieran ver. La "Policía del tiempo" lo regulaba.

Imagina: David contra Goliat, PAGO POR EVENTO... Pero no podías estar ahí... solo podías ver, ¿por qué? ¿Por qué hay secretos de la historia que no sabemos... si mi padre estuviera aquí?

Pero sabes lo peor... ver a mi padre perderse en el tiempo y no poder salvarlo... todo por la "Policía del tiempo". Me dan ganas de hacer algo, pero mi madre dice: "espera hijo, todo a su tiempo, TODO..." - "Sí madre", le contesto, "pero espero que sea pronto".

-Fin-
 J.R. Ovalle

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